Perfil criminal.

La criminología y la psicología actúan en 
conjunto para conocer las motivaciones y características biográficas de un criminal y poder crear un perfil que ayude a la policía a focalizar y disminuir el rango de posibles sospechosos para facilitar su búsqueda. Un perfil criminal no determina quien es el culpable sino identifica un tipo de personalidad, específica el tipo de comportamiento y sus características sociodemográficas. Los casos más adecuados para apoyarse en un perfil criminal son aquellos en donde se demuestran altos rangos de psicopatología, es decir, que quien ejecutó el crimen tuvo interacción con la víctima, que la escena del crimen es inusual o hay un excesivo grado de violencia.

Garrido nos da la definición del perfil criminológico  (2006), el perfil criminológico puede definirse como una estimación acerca de las características biográficas y del estilo de vida del responsable de una serie de crímenes graves y que aún no se ha identificado.

 
Marco histórico.

Inglaterra, 1888. había ocurrido una serie de asesinatos, las víctimas, mujeres,  aparecieron mutiladas, degolladas y a algunas de ellas les habían extraído los órganos. El médico cirujano Thomas Bond se puso sobre la pista y comenzó a encontrar características repetitivas en los crímenes que le permitieron deducir que el asesino sufría de satiriasis (deseo sexual excesivo) así que usaba la violencia para satisfacer su deseo, que era un hombre de mediana edad, de aspecto tranquilo, limpio y confiable. Los asesinatos no se resolvieron y el agresor no fue encontrado, pero se considera uno de los primeros acercamientos a la técnica de perfilación criminal.


Nueva York, 1956. Un hombre apodado Madbomber quién había puesto más de 37 bombas en estaciones y cines de Nueva York y después de de ocho años aún no era capturado. El psiquiatra James Brussel comenzó a investigar, observando fotos de las escenas de los crímenes, las cartas anónimas que el terrorista envió a los diarios. Analizando toda la información creó un perfil psicológico estableciendo que se trataba de un hombre de aproximadamente 40 años, pulcro, paranoico, soltero, católico, que adoraba a su madre y posiblemente vivía con ella. Dedujo que se trataba de un empleado de la empresa donde puso la primera bomba y al corroborar los archivos de empleados dieron con el nombre de George Metesky. Las observaciones de  J. Brussel habían sido acertadas en múltiples aspectos, excepto que no vivía con su madre, sino con sus dos hermanas solteras. Este hecho aportó credibilidad a la técnica de perfilación y dio empuje a su uso por parte de los equipos de investigación.


Quantico, 1970. Fue en ese entonces cuando el FBI dio el primer y más importante  soporte a la perfilación criminal de una manera más sistematizada, metodológica y empírica con la creación de la Unidad de Ciencias del Comportamiento, actualmente Unidad de Apoyo Investigativo. Planteando 7 aspectos básicos para el proceso de  creación de un perfil:


  1. Evaluación del acto criminal mismo.
  2. Comprensiva evaluación de las características específicas de la o las escenas del crimen.
  3. Comprensivo análisis de la víctima.
  4. Evaluación del reporte policial preliminar.
  5. Evaluación del  autopsia de protocolo del médico forense.
  6. desarrollo de perfil con características de delincuentes críticos.
  7. sugerencias de investigación basan en la construcción del perfil.


Actualmente este departamento del FBI no solo resuelve asesinatos, sino también colabora en investigaciones de crimen organizado, terrorismo, extravío de menores, entre otros.

Referencias:
Norza C., E.; Morales Q., L. A.; Merchán R., L. & Meléndez C., D. (2013). Perfilación criminológica:una revisión de la literatura y su aplicación en la investigación criminal en Colombia Revista Criminalidad, 55(3): 309-336.
Garrido, V. y López, P. (2006). El rastro del asesino. El perfil psicológico de los criminales en la investigación policial. Barcelona: Ariel.
 

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